lunes, 4 de abril de 2011

Morir en Madrid: El Latir de un Corazón

De vez en cuando es bueno ver la propia imagen desde los ojos de otros. Es enriquecedor y un poco sorprendente ver el propio país y la propia historia a través de la mirada de un extranjero con la distancia que eso, inevitablemente, implica.

Morir en Madrid (Mourir à Madrid, 1962) es la Guerra Civil Española vista por los ojos de varios cámaras y documentalistas europeos, soviéticos, norteamericanos... y a través del corazón de un montenegrino nacionalizado francés: Frédéric Rossif. Como él mismo dijo en cierta ocasión, "el plano es una mirada; el montaje es el latir de un corazón".

Tambien dijo que la razón por la que hizo Morir En Madrid fue que "entre 1936 y 1939 explotaron en España mil años de historia. Fue la última guerra de hombres, la primera totalitaria. En esos años un mundo murió y nació otro, el nuestro. Ese momento es nuestra película, la historia de un giro, de esa noche del universo marcado por el signo de Guernica y de la 5ª columna, por la muerte sistemática y el choque de las ideologías".

A raíz de la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial, en el ámbito del cine documental nació un nuevo género: el documental de compilación.

Numerosos documentalistas, cámaras y fotógrafos de guerra de todo el mundo habían tomado imágenes de ambos conflictos bélicos para los noticiarios cinematográficos de sus países. Una vez acabadas ambas contiendas, muchos realizadores empezaron a buscar en los archivos de las productoras y se encontraron con una gran cantidad de imágenes, en algunos casos inéditas, que podían utilizar para montar sus propias películas: La Revolución Soviética, las luchas por la independencia de Irlanda, Mahatma Gandhi, el antiguo Oeste americano, etc.

Frédéric Rossif es uno de esos realizadores especializados en el documental de compilación y Morir En Madrid está considerada su obra maestra. Nominada al Oscar en 1966 y ganadora de premios tan prestigiosos como el Jean Vigo (1963) y el Flaherty (1968), Morir En Madrid está dedicada a "los corresponsales de guerra muertos en Madrid y a todos, periodistas, reporteros, cámaras que cumpliendo con su trabajo en España nos han permitido realizar esta película". El documental tiene imágenes, entre otros, del prestigioso realizador y cámara soviético Roman Karmen, de los archivos de la Fox, la Pathé, Gaumont, Eclair, Movieton, Keystone, etc.

Con una muy bella banda sonora de Maurice Jarre y el texto en off de Madeleine Chapsal, Frédéric Rossif hace un resumen de la situación española desde el inicio de la Segunda República en 1931, el intento de golpe de estado franquista y cómo su fracaso desembocó en una guerra civil que duró tres años. Habla de la postura internacional ante el conflicto, de las batallas más célebres, de que fue la primera vez en la historia en que se utilizó, como herramienta de desmoralización masiva, el bombardeo aéreo sistemático contra la población civil...

La razón de escoger como título Morir En Madrid está en el mismo texto de Madeleine Chapsal cuando la película, tras hablar de los extranjeros que luchaban al lado de los rebeldes fascistas (40.000 mercenarios marroquíes, la élite de la Luftwaffe hitleriana -la Legión Condor- y parte del ejército de Mussolini) habla de los 40.000 civiles voluntarios que llegaron de 53 países para apoyar al gobierno legítimo de la Segunda República. Cuenta que los aliados de la República son "abogados, obreros, estudiantes... Son las Brigadas Internacionales. Ellos no reciben un sueldo, no buscan la gloria. Llegan de todo el mundo. Vienen a morir en Madrid".

12 comentarios:

Unknown dijo...

No buscan la gloria, eso seguro.

La Guionista Reflexiva dijo...

Hola, DDmx:

Aquellas generaciones estaban hechas de otra pasta...

Saludos.

Piru dijo...

Hola Guionista, no tenía ni idea de la existencia de esta película ni de su director. Comparto contigo ese interés por saber cómo nos ven desde fuera y cómo nos representan, debe ser realmente interesante.

Por cierto que el otro día una amiga me comentó que tu blog se encuentra en una lista de recomendaciones que da la facultad de Comunicación Audiovisual en la Complutense de Madrid a sus alumnos. Me hizo gracia ver su cara cuando la dije que nos comentamos día sí día también jeje

Un fuerte saludo!

La Guionista Reflexiva dijo...

Hola, Piru:

Es posible que sí conozcas algo de este director. Hizo con Vangelis los documentales L'Apocalipse des Animaux, L'Opéra Sauvage y La Fête Sauvage.

Es un halago que la Facultad de Comunicación Audiovisual de la Complutense de Madrid me recomiende a sus alumnos...

Saluda a tu amiga de mi parte y, si sabe quién ha confeccionado esa lista, que le dé las gracias por mí.

Un abrazo.

Daniel Rioja dijo...

Este post me da mucho que pensar. Pienso en cuan afianzadas las dos Españas en una sociedad que se aferra al bipartidismo. Por otro lado, pienso en lo fascinante y simultáneamente espeluznante que es vivir la guerra en Libia con el escudo de la primera pantalla. Pienso en el valor y la vocación de los periodistas que lo hacen posible. Es un momento idóneo para hablar de esta película.

Un saludo!

La Guionista Reflexiva dijo...

Hola, Daniel:

Sí, unas veces parece que lo de las dos Españas ha quedado en el pasado pero otras... da miedo pensarlo.

Lo que decía el gran Antonio Machado de "Españolito que vienes al mundo, te guarde Dios: Una de las dos Españas ha de helarte el corazón" no siempre suena anacrónico.

Por cierto, en Morir en Madrid sale -no podía ser de otro modo- tu Ciudad Universitaria.

Saludos.

Emilio José Pazos Brenlla dijo...

Da miedo pensar en esta época. Da miedo que gente no preparada luche sin ninguna gloria, si acaso una fosa común.
También la división azul fue a luchar al frente oriental, contra Russia. Entre ellos fue Berlanga, el director de cine fallecido recientemente, para defender a su familia y no la considerasen republicana en la época del régimen. Para tener el valor de hacer eso, hay que morir a uno mismo. Un saludo.

La Guionista Reflexiva dijo...

Sí, Emilio, Berlanga tuvo que alistarse en la División Azul porque su padre fue dirigente republicano y toda su familia corría peligro.

También lucharon en el frente Oriental, contra los nazis, muchos republicanos españoles exiliados.

Lucharon en la guerrilla y como pilotos de caza porque tenían tres años de experiencia a sus espaldas y eso les convertía en buenos luchadores... Sin contar con que ellos tenían la esperanza de que, cuando ganasen la guerra los aliados, les ayudarían a derrocar a Franco, ya que este había sido apoyado por Hitler y Mussolini...

Saludos.

GCPG dijo...

No me extraña que tu blog lo recomienden en la Complu Guionista, yo siempre aprendo cosas nuevas contigo. No sabía que a este tipo de documentales se les llamaba de compilación. Gracias una vez más.

Muy buen documental el que traes, doloroso, y como dice Daniel muy oportuno. Últimamente con lo de Libia he pensado mucho en aquella época, y cuánto le dolió a algunos españoles la falta de apoyo de las democracias occidentales, y si se puede estar a favor de una intervención militar si te consideras contrario a todo lo militar, y, y, y....

Son muchas preguntas, en la reflexión de algunas de ellas, películas como las que nos traes nos pueden ayudar a atisbar respuestas, sobre todo porque hablan de lo que nos ha pasado y los que nos pasa.

Lamentablemente nuestra sociedad mayoritariamente sigue prefiriendo renunciar a esa terapia y se manifiesta "cansada de todo ese asunto de la guerra civil".

Y así nos va, sin que se haya producido una auténtica ruptura con un pasado lamentable y con las dos españas ahí larvadas, levantando ampollas a las primeras de cambio.

La Guionista Reflexiva dijo...

Gracias a tí, GCPG, porque yo también aprendo cada vez que visito tu blog.

Buena cuestión la que planteas, de si se puede estar a favor de una intervención militar si te consideras contrario a todo lo militar...

Yo me pregunto si nuestro planeta está tan avanzado como para podernos permitir el lujo de ser completamente antibelicistas. Porque los inocentes, creo, tienen derecho a defenderse...

Saludos.

Supercinexín dijo...

Estupenda recomendación y estupenda entrada, Guionista (como siempre, por otra parte).

Leí también hace poco en un libro sobre este documental. Un detalle que me pareció curioso, aunque seguro que ya lo conoces: decía el texto que para poder grabar imágenes de la España franquista de la época en la que se estaba preparando el documental, la productora engañó al régimen. Pidieron permisos a los órganos correspondientes diciendo que querían grabar exteriores para incluirlos en un documental folclórico y turístico que se iba a llamar 'Espagne eternelle'. Con lo cual la que se montó cuando se estrenó en Francia y los franquistas vieron para qué eran las autorizaciones fue gorda.

Entre unas lecturas y otras me han entrado unas ganas terribles de revisar este docu. Afortunadamente lo tengo a mano, así que en cualquier momento cae :-)

No hay que dejar que estas obras caigan en el olvido, porque sirven para reflexionar y aprender con y sobre nuestro pasado, para entender nuestro presente y afrontar nuestro futuro. Tanto las películas de un bando como las de otro, tanto las hechas por españoles como por extranjeros, etc, son necesarias.

La cuestión de las intervenciones militares siendo antimilitarista y sobre el antibelicismo es sumamente compleja.
Siempre he pensado que las únicas armas válidas deberían ser la palabra y la lucha pacífica. El problema es que para que una lucha sea justa los contrincantes deben usar las mismas armas, y lamentablemente la palabra y la voluntad de entendimiento y de diálogo no forman escudo contra los disparos. Y algunos no parecen dispuestos a soltar sus fusiles (o lo que sea que dispare)...

La Guionista Reflexiva dijo...

No, Supercinexín, no conocía la anécdota y te agradezco que la compartas aquí con nosotros.

Estoy de acuerdo con todo lo que expones en tu comentario. El tema del militarismo o antimilitarismo es muy complejo y no estoy segura de que sea posible en todos los casos.

Sería bonito que siempre fuese posible aquello de: "Contra la razón de la fuerza, la fuerza de la razón".

Saludos.