lunes, 25 de julio de 2011

Crematorio: El Poder Corrompe

Dicen que el poder corrompe y que el poder absoluto corrompe absolutamente. Rubén Bertomeu (José Sancho), el protagonista de Crematorio, piensa algo muy parecido: "Cuando eres poderoso dejas de ser todo lo demás".

La miniserie (8 capítulos de 55 minutos) Crematorio empieza cuando, accidentalmente, se descubre que el tanatorio de un ficticio pueblo de la Costa Levantina no incinera los cadáveres porque sale demasiado caro y los entierra clandestinamente a las afueras del pueblo. Cuando la policía se hace cargo del caso, descubre que en la misma fosa se hallan los esqueletos de una veintena de caballos muertos más de veinte años antes.
A partir de aquí se desarrolla una trama de sospechosas fortunas hechas, de la noche a la mañana, gracias a la destrucción del paisaje costero, a la especulación del suelo, la corrupción de funcionarios y políticos locales, de mafias de la Europa del Este, de trata de blancas, narcotráfico...

Creo que no hay un solo español al que no le suene esto o no lo haya visto decenas de veces en los noticiarios y periódicos de los últimos años.

La novedad es que Crematorio no es un reportaje sobre la corrupción en España sino una serie televisiva emitida por Canal Plus en marzo de este año (quien se la perdiera, puede volver a verla a partir del miércoles 27 de julio o adquirirla en DVD o Blu Ray).

Otra novedad es que, al fin, una cadena española, Canal Plus, ha decidido arriesgarse y apostar por proyectos de calidad y con personalidad propia, en lugar de repetir los mismos esquemas que funcionan en los otros canales televisivos.

También es novedoso que el trabajo de producción de Crematorio se parece más al de un largometraje de cine que al de una serie de televisión. Por ejemplo:

- El plan de rodaje se organizó partiendo de las localizaciones.

- En la preproducción, todos los departamentos empezaron a trabajar conociendo ya el guión definitivo, lo que les permitía tener una visión de conjunto de toda la serie desde el primer día.

- Casi toda la serie se ha rodado en localizaciones naturales y no en platós.

- El tratamiento (y el resultado) de la imagen es cinematográfico y no televisivo, lo que les ha permitido aprovechar la luz y el colorido mediterráneos y darle un sello propio y distintivo a la serie.

Crematorio es la adaptación de la novela homónima de Rafael Chirbes que obtuvo el Premio Nacional de la Crítica en 2008 y, hasta el momento, ha sido traducida a siete idiomas.

El guión ha sido escrito por Jorge Sánchez-Cabezudo (director), Alberto Sánchez-Cabezudo (co-productor) y Laura Sarmiento Pallarés.

La productora que puso en marcha el proyecto y lo ha llevado a cabo es MOD Producciones. Una empresa que ha dado muchos productos de calidad como la películas de Alejandro Amenabar Los Otros, Ágora y Mar adentro (Oscar a la mejor película extranjera en 2005), Lucía y el Sexo (Julio Medem) o Biutiful, nominada al Oscar a la mejor película y a la mejor interpretación masculina (Javier Bardem).

A aquellos de vosotros que aún no hayáis visto Crematorio, os la recomiendo. Y no sólo por su calidad sino porque es un fiel retrato de cierta España contemporánea, la España negra que ha provocado que cientos de miles de ciudadanos indignados acampen en las plazas de nuestras ciudades desde el pasado mes de marzo.

Lo dicho: que el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente.




NOTA: Si quieres saber más sobre esta serie, aquí te dejo el enlace al blog de un amigo: Cine: Bélico, Western, Negro

domingo, 17 de julio de 2011

Carlos: El Terrorista Más Buscado Durante Veinte Años

Dirigida por Olivier Assayas, "Carlos" es una película de cine y una miniserie franco-alemana.

Se estrenó como película, fuera de competición, en el Festival de Cannes de 2010 y, tras su paso por las pantallas de cine, fue emitida en tres capítulos de 90 minutos por Canal Plus (Francia) y otras cadenas europeas y norteamericanas.

"Carlos" es el seudónimo más utilizado por el venezolano Ilich Ramírez Sánchez, uno de los terroristas más buscados del mundo durante dos décadas y protagonista de la serie que narra veinte años de su vida: Desde que, en 1974 intenta asesinar a un hombre de negocios británico en Londres hasta que, en 1994, es localizado y detenido por la policía francesa en Sudán.

Entre ambas escenas se suceden asesinatos, atentados con coche bomba, tráfico de armas, el asalto a la Conferencia de la OPEP en Viena en 1975 y el secuestro de los asistentes a la misma, etc.

Ilich Ramírez Sánchez y un grupo de extremistas de izquierda alemanes creían -o decían- estar haciendo la revolución proletaria cuando, en realidad, eran peones en el tablero de la Guerra Fría donde los servicios secretos de algunos gobiernos de la Europa del Este y de varios países árabes, los utilizaban para enviar mensajes a otros gobiernos de la Europa Occidental y de Estados Unidos.

Carlos fue entrenado por los palestinos, colaboró con la STASI (policía secreta de Alemania del Este), tuvo pisos francos en varios países de la Europa Socialista, mantuvo tratos con ETA y trabajó para varios gobiernos árabes, como Síria y Libia, que le encargaban atentados y asesinatos en otros países previo generoso pago en dólares.

Los guionistas (Dan Frank y Olivier Assayas) pasaron varios años investigando antes de sentarse a escribir el guión. Consultaron archivos, leyeron memorias de algunos de los protagonistas, se entrevistaron con ellos cuando fue posible....

Involuntariamente, la STASI y los servicios secretos de varios países de Europa del Este fueron de gran ayuda en la escritura del guión ya que, cuando Carlos y sus compañeros vivieron allí, instalaron escuchas en sus casas y también grababan todas las conversaciones que sus agentes mantenían con los terroristas, por lo que gran parte de los diálogos de la serie, son transcripciones literales de las conversaciones reales.

Rodada en siete meses y en seis países (Austria, Francia, Alemania, Hungría, Líbano y Marruecos), el idioma más utilizado en la serie es el inglés con fragmentos en francés, español, húngaro, italiano, árabe, alemán, ruso, holandés y japonés.

El auténtico "Carlos", que está hoy día encarcelado en Francia y aún tiene pendientes varios juicios por algunas de sus acciones terroristas, vio fragmentos de la serie antes de que esta fuera emitida y mostró su enfado por la misma.

Su abogado intentó detener el estreno, sin conseguirlo, y ha anunciado que interpondrá dos querellas contra los responsables de la serie: una, alegando que la producción viola las leyes del secreto sumarial (aunque Ilich Ramírez ha sido juzgado por varios cargos, tiene pendientes otros juicios por acciones terroristas) y otra, reclamando parte de los beneficios económicos de la producción para su defendido.







lunes, 4 de julio de 2011

El Cochecito: Ternura y un Poquito de Crueldad

El Cochecito, es una comedia negra con toques de humor del absurdo, bastante ternura y un poquito de crueldad.

Su argumento es el siguiente:

Cuando Lucas (José Álvarez "Lepe"), un jubilado paralítico, cambia su tradicional silla de ruedas por un cochecito de minusválido con motor, conoce a otros discapacitados "motorizados" con los que empieza a salir y deja un poco abandonado a su mejor amigo, Don Anselmo (José Isbert).

Don Anselmo comprende que, si quiere que el grupo de discapacitados le acepte, tendrá que dejar de caminar por su propio pie y comprarse un cochecito como los que ellos usan; a lo que la familia del anciano, lógicamente, se opone.

Así empieza una "batalla" sin cuartel entre Don Anselmo y su familia que durará hasta el final del film.

Siempre he pensado que las películas del Neorrealismo Italiano y el mejor cine español de los cincuenta y los sesenta (Berlanga, Bardem, Buñuel, Forqué, Fernán Gómez, etc.) son intercambiables porque ambas cinematografías muestran realidades muy similares y personajes parecidos.

La diferencia está en que si Berlanga o Buñuel hubiesen dirigido Ladrón de Bicicletas esta habría sido una comedia negra. Y si Rossellini o De Sica hubieran dirigido El Verdugo o Plácido las habrían convertido en tragedias.

Quizá por eso la unión entre el director italiano Marco Ferreri y el guionista español Rafael Azcona dio dos de las más ingeniosas películas del cine español: El Pisito (1958) y El Cochecito (1960). Dos comedias negras basadas en las desgracias de los personajes.

El Cochecito es una adaptación de uno de los relatos del libro Pobre, Paralítico y Muerto de Rafael Azcona.

Era el segundo guión que escribió Rafael Azcona (su opera prima, y la de Marco Ferreri, fue El Pisito) y algunos lo tachan de desigual.

Esto se debe a que Azcona y Ferreri se saltaron una de las reglas básicas de escritura cinematográfica: la de ir directo al grano y no escribir ni una escena, situación o réplica que no haga avanzar la acción o no dé información necesaria para la historia.

Ese es uno de los motivos por los que me gusta El Cochecito. Por todas esas escenas, situaciones y diálogos innecesarios, desde el punto de vista de la construcción dramática, pero que dan ambiente y color a la película.

Me refiero a esos personajes que aparecen antes o después de lo realmente importante de las escenas: Los dos frailes que llegan a la casa una de las veces que sale Don Anselmo, la vecina y su gallina, la conversación con la familia de Lucas, al principio de la película, cuando Don Anselmo va a buscarle a la vaquería...

Hay secuencias que se podrían suprimir y la pelicula ganaría en ritmo pero perdería encanto: la comida en casa de la marquesa, la conversación de Don Anselmo con el señor que espera a que su hijo le atienda en el despacho...

El Cochecito tiene algo muy característico del buen cine español de la época que hace que uno pueda ver esas películas varias veces descubriendo siempre cosas nuevas: Hay muchas escenas en las que, mientras en primer término sucede algo que hace que la historia avance, en segundo plano tiene lugar una escena paralela con su propio argumento.

Por ejemplo: Mientras Don Anselmo habla con su hijo y su nuera en la habitación de estos, vemos en la cocina -a través de la puerta abierta- a su nieta (Chus Lampreave) y al novio de esta (José Luis López Vázquez) desayunando y manteniendo una conversación que podemos seguir si dejamos de centrarnos en la principal.

O cuando el grupo de discapacitados espera a Don Anselmo en la calle para ir de excursión:

La escena empieza con Lucas explicando por qué tienen que esperar a Don Anselmo que viene en autobús y, a la vez que este diálogo sigue entre varios personajes, pasa a primer término la charla entre Julita y su novio.

Ambas conversaciones se mantienen al unísono (el espectador debe elegir cuál de las dos sigue) hasta que llega Don Anselmo y mientras, al fondo, aparecen las niñas de un colegio con las monjas que les acompañan.

Una vez han salido niñas y monjas de cuadro y Don Anselmo y sus amigos se marchan, la cámara nos mantiene en el mismo lugar donde ahora vemos un autocar al fondo y oímos una discusión entre varios pasajeros y el conductor.

En cuanto a los diálogos... La gracia de los chistes de Rafael Azcona reside más en la manera de hablar de sus personajes y en el uso de expresiones coloquiales que en los chistes en sí.

Bueno... y en lo absurdo de ciertas réplicas. Como en el momento en que el hijo de la marquesa se empeña en jugar con una enorme langosta muerta y Don Anselmo le comenta: "Es un animal muy cariñoso... Muy cariñoso y muy inteligente. Yo domé una..."

O cuando el dueño de la tienda de aparatos ortopédicos dice a Don Anselmo. "¿Que se le anquilosan las piernas? ¡Mejor! Si en el año 2000 nadie va a utilizar la piernas... Salvo los futbolistas, claro".