Siempre me han gustado esos guiones supuestamente simples, en los que parece haber poco lugar para las sorpresas, precisamente por esa aparente sencillez.
Por ese motivo Solo Ante El Peligro (High Noon, 1952) es una de mis películas favoritas. En ella hay poco misterio: Cuando empieza la historia nos presentan a los sicarios de Frank Miller (Ian McDonald), el villano, avanzando amenazadores hacia una ciudad tranquila en la que sus habitantes parecen vivir en armonía. Se está celebrando una boda: la del sheriff Will Kane (Gary Cooper).
Y ya tenemos al héroe del relato: este sheriff que, nada más casarse, renuncia a su estrella para irse a disfrutar de una vida tranquila y pacífica con su esposa. Alguien anuncia que Frank Miller acaba de salir de la cárcel y que sus secuaces han llegado a la ciudad para esperarlo. Frank Miller llegará en el tren de las doce del mediodía y viene a matar al ya ex-sheriff Will Kane, que lo envió a la cárcel hace 5 años.
Son las 10.35 de la mañana en esa pacífica ciudad, han pasado 5 minutos de película y ya nos han contado el final. Porque, a partir de aquí, sucede lo que ya nos han anunciado (sobre todo en el título de la versión española, Solo Ante el Peligro): Habrá un enfrentamiento final y Will Kane va a pasarse todo el relato buscando una ayuda que le será negada, por lo que tendrá que encarar solo el peligro. No pasa nada más. Y, sin embargo, el guionista Carl Foreman capta nuestro interés en el primer minuto de la historia y lo va acrecentando a lo largo de esta, haciéndonos esperar impacientes ese enfrentamiento ya previsto.
No es nada sencillo redactar un guión sin grandes sorpresas, sin efectos teatrales ni golpes de efecto y conseguir que este sea emocionante. Escribir cosas así es muy difícil. Por eso hablaba antes de la aparente -aparente, que no real- sencillez de ciertos excelentes guiones.
Solo Ante El Peligro es un western de segunda generación y, como tal, sus personajes van abandonando el caracter arquetípico de los de la primera generación. Se van haciendo ambigüos, problemáticos, llenos de incertidumbre... Dejan de ser modelos míticos para convertirse en individuos que intentan sobrevivir.
El tema del guión es, más que el enfrentamiento entre protagonista y antagonista, el temor y la cobardía de toda una comunidad. El miedo que les hace rehuir al amigo en peligro e inventarse falsas excusas para no avergonzarse de sí mismos.
Posiblemente, Solo Ante el Peligro (High Noon) sea el primer western que enlaza su argumento y sus personajes con la realidad del momento en que fue escrito. Porque la situación que narra es creíble en el siglo XIX y en todas la épocas, cierto, pero estaba sucediendo cuando se elaboró el guión: Me refiero a la famosa "caza de brujas" llevada a cabo por el Comité de Actividades Antiamericanas a finales de los 40 y principios de los 50, de la que fueron víctimas tantos artistas de Hollywood, incluído Carl Foreman: El guionista fue acusado de militancia comunista ante dicho Comité y se salvó gracias a la declaración que hizo a su favor el actor Gary Cooper.
En una entrevista concedida en 1958 a Penelope Houston y Kenneth Cavander para Sight and Sound, Carl Foreman declara que este guión es un estudio sobre el miedo, sobre cómo este afecta más a toda una sociedad que a un individuo y que, cuando lo escribía, tenía en mente la atmósfera política de la época en que lo hizo y sus propias experiencias durante la misma.
Los que desprecian el western como género porque consideran que sus historias son infantiles, superficiales y sus personajes demasiado planos, quizá deberían plantearse si no es su forma de ver dichas películas la que resulta superficial y plana.
Los que desprecian el western como género porque consideran que sus historias son infantiles, superficiales y sus personajes demasiado planos, quizá deberían plantearse si no es su forma de ver dichas películas la que resulta superficial y plana.
Nota: Si bien el autor del guión es Carl Foreman, está basado en el relato "The Tin Star" de John W. Cunninham.
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18 comentarios:
La verdad es que los westerns no son lo mio, pero es cierto que no es facil escribir algo asi, sencillo en apariencia, pero lleno de lecturas u transfondo.
Bueno, Nerea, quizá te gusta el western más de lo que crees: He visto que tienes en tu blog un montaje con imágenes de Thelma y Louise; de lo que deduzco que es una película que te gusta. Bien, pues Thelma y Louise es -desde el punto de vista de técnica de guión- un western en toda regla: Por las posturas existenciales de sus personajes, por su estructura narrativa, por la utilización del paisaje como elemento activo, por el tratamiento (de guión y visual) de las escenas de persecución...
Me acabas de dar una idea para otro post: "Westerns que lo son y no lo parecen". Gracias por comentar, Nerea. Un saludo.
Para película con guión a primera vista simple (en realidad sería más sencillo que simple) que enganche, yo me quedaría con “El Puente” de Bernhard Wicki.
Un saludo.
Muy cierto, Ernst: ¡Qué gran película "El Puente"! Para mí que Spielberg se la vió un montón de veces antes de rodar "Salvar al Soldado Ryan"... porque determinadas escenas del americano, bueno... yo diría que salieron de "El Puente" pero con más dinero en la producción, eso sí. Has hecho que me entren ganas de volver a verla. Gracias, Ernst.
Qué gran verdad, lo de que la sencillez es lo más complicado.
Hablando de grandes westerns "psicológicos" y con argumento, supuestamente sencillo, me acuerdo de "Colorado Jim"
´Tienes razón, "loquemeahorro": Colorado Jim y todos los westerns de Anthony Mann tienen la cualidad de lo aparentemente sencillo.
¡Qué gran director Anthony Mann! Creo que pocos han utilizado el paisaje tan bien como él (y que me perdonen los fans del maestro Ford, que también lo utilizaba muy bien, pero de otra manera).
A veces lo más sencillo es, en realidad, lo más complejo y el mejor vehículo para transmitir ideas y sentimientos y por lo que dice "Solo ante el peligro" es un buen ejemplo. Tendré que volver a verla. Disculpe mi atrevimiento, pero una película que me parece muy sencilla y a la vez compleja es "Porco Rosso", de Hayao Miyazaki.
Debo confesarle, querido Sr. Nocivo, que no he visto Porco Rosso pero, como confío en su buen criterio, me apresuro a tomar nota para subsanar ese vacío en mi cultura cinematográfica lo antes posible.
Le agradezco su visita, Sr. Nocivo, y su comentario. Acepte mi más cordial saludo.
De Jovencita el cine norteamericano que veía era sólo sobre western, luego ya con mis hijos, los seguí viendo. Y sería larga la lista. Sé que me voy del tema. Vuelvo. El principio que estableces es que no es nada fácil escribir sobre la simplicidad de la vida, cualquiera sea la época que se trate.
Un saludo cordial guionista
Tú lo has dicho, ZM. No importa el género ni la época. La cuestión es que para conseguir un texto limpio, que vaya directo a su objetivo que, por lo tanto, parezca simple y "que podría haberlo hecho cualquiera" hace falta una gran maestría, talento, escribir mucho para luego quedarse sólo con un poco de lo escrito, corregirlo, simplificarlo...
Me viene a la cabeza un ejemplo: Pablo Neruda, uno de los más grandes poetas en lengua castellana gracias a la sencillez aparente con la que escribía...
Un saludo ZM: yo tambien te visito de vez en cuando...
Sencillo, sencillo...
Zinnemann, desde luego, logró con esta cinta dejarnos bien sentados en el sofá, pendientes al reloj, mascando la impaciencia completamente identificados con el sheriff. Qué mejor que sentirnos identificados con el gran Cooper. Mítico western que saca lo mejor de nosotros mismos bajo esta aparente sencillez, compleja sencillez.
Saludos
Es verdad, GCPG: uno se pasa la hora y media que dura la película mirando todos los relojes que salen en la misma, para calcular el tiempo que le queda al sheriff.
Un saludo.
Me encanta tu blog!
Gracias por tu visita
Saludos cordiales
Elisa, Argentina
Eres muy amable, Elisa. A mí también me gusta mucho el tuyo. Saludos desde España.
Recuerdo la primera que vez que ví esta película. Me mantuvo sentada en el borde del sillón, desde entonces, la he visto tantas veces que me sé los díalogos de memoria. Como bien dices, el verdadero atractivo del film es la simpleza del guión, que a pesar de ser sencillo en ningún momento es predecible. Adoro el western, sobre todo el de esa época, que tenía menos efectos especiales y más actuacíon.
Muy cierto, Oneesan Shizen, el western de la Segunda Generación tiene muchas más cosas positivas de lo que la superficialidad de ciertos juicios (¿o prejuicios?) le concede. Pero la complejidad del Western Crepuscular es también fantástica... Un saludo.
Pues yo la vi por primera vez (argh, malditas manías mías) hace un par de días.
Corroborar todo lo anterior (tu texto y los comentarios) está de más... pero me quedo con los primeros, donde habláis de los westerns que no lo parecen. Esperaré ansioso ese post!
Por lo demás, quizás sí que pequen de planos los primeros westerns (si bien sus argumentos sigan siendo espectaculares), pero existe un sinfín de variedades, de tramas, de dobles lecturas, de personajes increíbles... qué curioso que haya gente que así piense del género.
No sé, los personajes de Hasta que llegó su hora (película que homenajea a Solo ante el peligro y que, como ésta, también cuenta con traducción-spoiler del título) son infinitamente, qué digo, INFINITAMENTE mejores que los de Origen, por ejemplo. Y la película es igual de larga... en ifn, así nos va...
Querido Capitán Spaulding: Me alegro que hayas visto Solo Ante El Peligro hace unos días. Prometida queda la entrada sobre westerns que lo son y no lo parecen. Un saludo y gracias por la visita y el comentario.
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