miércoles, 28 de julio de 2010

El Documental Más Macabro



El documental más macabro que se haya rodado jamás es, muy probablemente, "Theresienstadt. El Führer Da Una Ciudad A Los Judíos" (Theresienstadt. Der Führer scheknt Den Juden Eine Stadt).

El gueto checo de Terezin (Theresienstadt en alemán) era un lugar en el que los judíos deportados de diferentes países de Europa esperaban hasta ser enviados al campo de exterminio de Auschwitz. En 1944, al crecer los rumores sobre los malos tratos y la crueldad con la que se trataba a los prisioneros en los campos de concentración, los nazis decidieron crear una película de propaganda para mostrar Theresienstadt como un modelo de asentamiento judío. Para ello, construyeron en el gueto fachadas de inexistentes tiendas y cafés, instalaron jardineras llenas de flores en las ventanas, "solucionaron" el problema de superpoblación del asentamiento enviando a miles de sus habitantes a las cámaras de gas de Auschwitz...

Luego visitaron a Karel Peceny, director de Aktualita, una productora checa, y le ordenaron hacer el documental. Peceny y su equipo fueron obligados a firmar un compromiso de secreto absoluto sobre el tema.

Por los libros de cuentas de Aktualita sabemos que las facturas por el trabajo en "Theresienstadt ..." fueron enviadas a la Zentralstelle (Oficina Central para la Emigración Judía) cuyos recursos económicos se basaban en la confiscación del capital hebreo. La ironía llega a ser insultante: Los judíos no sólo fueron forzados a ayudar a hacer una película que negaba su propio exterminio si no que, además, tuvieron que financiarla.

Un prisionero de Theresienstadt, el actor y director Kurt Gerron, fue escogido como jefe del equipo de producción del gueto. Gerron escribió el guión, elaboró el plan de rodaje, seleccionó a los extras y a los actores entre los prisioneros del gueto y dirigió el documental en su primera fase. Incluso escribió un primer guión de montaje.

En agosto y septiembre de 1944 un equipo de Aktualita, bajo el mando de Karel Peceny se traslado a Theresienstadt para el rodaje. Peceny acabaría dirigiendo el film aunque Kurt Gerron continuó encargandose de la producción, el vestuario, los actores, los extras y haciendo los informes para la SS. De hecho, acabó siendo el ayudante de dirección de Karel Peceny.

Muy probablemente, el actor y director judío creyó que colaborando en este macabro film conseguiría salvar su vida y la de su familia, pero lo cierto es que el 28 de octubre de 1944, antes de que la película estuviese montada, Kurt Gerron y los suyos fueron deportados a Auschwitz y asesinados en la cámara de gas nada más llegar.

"Theresienstadt..." muestra un día "habitual" en la "ciudad". Todo parece cotidiano y normal: obreros trabajando, modistas ante sus máquinas de coser, un escultor acabando una estatua, ceramistas... incluso un partido de fútbol en el que la vivacidad de los gritos que se escuchan en el audio no corresponde con las expresiones preocupadas y tensas de los asistentes. Podemos ver a los internos del gueto "disfrutando" de un concierto de música clásica, aunque con la mirada perdida en sus propios pensamientos (con toda seguridad muy negros). Ver los fragmentos que han quedado de esta película resulta escalofriante si uno piensa que está viendo a personas que van a morir en pocos días y que, muy probablemente, lo intuyen. De hecho, después del rodaje toda la población del gueto fue enviada a Auschwitz y sólo unos pocos sobrevivieron a aquel infierno.

El film fue montado en Praga por uno de los cámaras que rodó en Theresienstadt, Ivan Eric, y se acabó en marzo de 1945. Los nazis pretendían distribuir la película entre la Cruz Roja Internacional y países neutrales como Suiza o Suecia aunque parece ser que nunca llegaron a hacerlo.

Se cree que "Theresienstadt. El Führer da una Ciudad a los Judíos" duraba unos 90 minutos. Al final de la 2ª Guerra Mundial la película desapareció y hoy en día sólo es posible ver fragmentos de ella.



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2 comentarios:

loquemeahorro dijo...

Vi un documental, no recuerdo su título, sobre este tema, aunque se centraba más bien en la historia de Kurt Gerron.

Incluso en un momento dado se cuestionaba si era ético lo que había hecho. Para mí está clarísimo que era un víctima más, por cierto.

Recuerdo que uno de los supervivientes (que era un niño en aquella época) decía que les obligaron a llamar "Tío Noséquién" al jefe del campo y ha pedirle "más sardinas". Y añadía que si le hubieran pedido comida, normalmente, les hubieran matado.

La Guionista Reflexiva dijo...

Creo que tienes razón respecto a Kurt Gerron, amigo loquemehaorro. Los que no hemos vivido esos horrores no deberíamos juzgar a los que vivieron entonces porque ¿quén sabe qué no haríamos nosotros si nos encontrásemos en situaciones parecidas?...