Durante la Guerra Civil de El Salvador (1980 -1992) en la que se enfrentaron el ejército del gobierno (FAES) y el ejército guerrillero (FMLN), cuando los niños cumplían doce años, el ejército gubernamental los reclutaba para enviarlos al frente. La película mexicana Voces Inocentes cuenta la historia de uno de estos niños que no quería ser soldado: Chava.
Chava (Carlitos Padilla) vive con su madre y sus dos hermanos en una aldea situada en la frontera entre la zona del país en poder de la guerrilla y la controlada por el ejército gubernamental. El niño tiene once años y él y sus amigos saben que falta poco para que los soldados vengan a buscarlos.
Voces Inocentes (2004) narra la vida de Chava durante los meses anteriores a su doceavo cumpleaños.
También nos cuenta de Kella (Leonor Varela), su madre, una valiente mujer que cría sola a sus tres hijos desde que su marido emigró a Estados Unidos y del que no ha vuelto a saber. Kella vive con el miedo de regresar un día a su hogar, tras la jornada laboral, y encontrarse con alguno de sus hijos alcanzado por una bala perdida... O muerto porque se ha entretenido jugando y ha olvidado volver a casa antes del toque de queda...
Escrita por el salvadoreño Oscar Torres y el mexicano Luis Mandoki y dirigida por este último, la película cuenta la experiencia real vivida por Torres en su infancia.

Unos niños que no pueden dejar de ser traviesos, inocentes e ingénuos, a pesar del mundo en que viven. Que no quieren ser soldados porque les gusta más jugar que ir a la guerra...